Una consulta habitual de nuestros clientes a través de los años, es como poder determinar si la instalación eléctrica de nuestra vivienda, hogar, comercio u oficina es realmente “confiable y segura”. Como primera medida es recomendable que periódicamente sea supervisada por personal idóneo. En este caso un “electricista matriculado”. Y con esto no me refiero al encargado del edificio que habitualmente cambia las tomas corrientes, o al señor de la esquina que realiza trabajos de electricidad. Si no, a un “electricista” que se encuentre abalado por alguno de los colegios y consejos que existen y operan en nuestro país. Los mismos nuclean a todo aquel que certifique, a través de diplomaturas, sus conocimientos en la materia que nos compete. Más allá de eso, es importante solicitar la credencial que lo identifica como tal a fin de garantizar fehacientemente la “idoneidad” del mismo. Igualmente, dejo una serie de “recomendaciones” que pueden aplicarse en forma sencilla para orientar al usuario.
1.-Las normas nos exigen que no deben existir en ninguna instalación eléctrica que se considere “segura”, conductores (cables) expuestos. Y me estoy refiriendo a ningún tipo de “cable” que atraviese la construcción en forma mediana o totalmente visible. Para tal fin deben administrarse los obstáculos mecánicos necesarios para evitar el contacto con una parte potencialmente conductora. Como ser bastidores, tapas de luz o canalizaciones tipo cable canal o cañerías roscadas.
2.- El tablero eléctrico debe contar con por lo menos dos elementos de maniobra y protección básicos (interruptor térmico e interruptor diferencial) . Cada uno cumple una función esencial y distinta. El interruptor diferencial cuenta con una tecla definida generalmente con una “P” (de prueba) o una “T” (de testeo). Esa tecla debe accionarse por lo menos semestralmente para garantizar el correcto funcionamiento del mismo.
3.-Los interruptores térmicos tienen una identificación que marca el poder de acción determinado con una letra “A” (correspondiente a amperes) y un número (correspondiente a la cantidad). Si en su hogar existen interruptores térmicos cuyo numerador supera los “A 16” evidentemente el interruptor instalado no es el adecuado. Esto es una deducción que aplica a la mayoría de los casos. Dado que en una instalación domiciliaria interna difícilmente encontremos conductores que correspondan a secciones que requieran una protección mayor a los 16 amperes.
4.-Si en su instalación existen fusibles de algún tipo, (tapones). Sepa que su manipulación por parte de personas no idóneas está prohibida. Y es esencial su reemplazo por un sistema más eficiente y seguro.
Se que peco de breve y esta pequeña reseña no es todo lo abarcativa que desearía, por eso no dude en consultarnos si tiene alguna inquietud o duda.